El Caribe jamaiquino es considerado un paraíso en la Tierra, no sólo por quienes disfrutan de los viajes a la playa, sino para quienes practican actividades como el buceo en los arrecifes. Sin embargo, de acuerdo con el Foro Económico Mundial e información de la National Environment & Planning Agency de Jamaica, en las últimas décadas el 85% de los arrecifes de coral de Jamaica fueron destruidos, debido a la contaminación y sobrepesca, pero también por el paso del huracán Allen, cuyos vientos de más 80 km/h destruyeron gran parte del coral.
Al sobrevivir sólo el 15% del ecosistema jamaiquino la extinción de varias especies era la sentencia a la que se enfrentaban, debido a que los arrecifes proporcionan hogar a una cuarta parte de la vida marina. Ante esta situación, un grupo de buzos decidieron hacerle frente a este problema con una solución muy ingeniosa.
Creación de selvas acuáticas
Este grupo de buzos comenzó a criar corales jóvenes en un vivero especial que los protege de los caracoles y gusanos de fuego, principales depredadores del coral. La intención de este grupo es que, una vez que estos han madurado lo suficiente, sean plantados o unidos mediante hilo de pesca en las rocas que anteriormente formaban el arrecife, lo cual funciona para rejuvenecer el ecosistema.
Los corales proporcionan un refugio seguro a los peces que los usan como hogar, los cuales, a su vez, brindan otro tipo de ayuda al consumir a los rivales del coral; esta relación permite una gran diversidad de especies de vida marina.
Amigos de los humanos
Los arrecifes de coral tienen un papel importante en la vida de los humanos, no sólo brindan alimento a miles de personas, también protegen a las costas al funcionar como amortiguadores de tormenta, pero la función más importante es la de ser un pulmón marítimo, ya que es mediante estos que se absorbe cerca del 30 % de las emisiones de CO2 del planeta, de acuerdo con el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF por sus siglas en inglés). Una acción que, sin duda, podría replicarse en otras zonas oceánicas alrededor del mundo con presencia de corales.
Las acciones de personas comunes como estos buzos protectores de coral son la prueba de que no es demasiado tarde y que se puede hacer mucho por el planeta con un poco de ayuda.
