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Uno de los grandes retos que enfrentará el mundo en los próximos años es la demanda de proteínas, ya que, siguiendo las estimaciones de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO por sus siglas en inglés), se cree que para el año 2050 la demanda de proteínas se duplicará, lo que recae en una búsqueda de nuevas fuentes que sustituyan a las principales de la actualidad: el huevo y la carne.

Existen algunas alternativas, como las proteínas vegetales que se obtienen de microalgas o algunas leguminosas; sin embargo, su consumo aún no ha permeado suficientemente en todas las dietas, lo que hace que tengamos que buscar opciones, pero ¿qué más hay además de los vegetales y los animales? Pues, insectos.

¿Por qué los insectos son una buena alternativa proteínica?

Los porcentajes de grasas y proteínas que contienen los insectos han hecho que las personas los volteen a ver como una nueva fuente de alimento, pues, dependiendo del insecto, sus valores rondan por encima del 30% por cada 100g, con lo que superan a la carne que habitualmente aporta un 20% de proteínas por cada 100g. Aunado a estos beneficios está su fácil producción.

 ¿Comer insectos es la proteína sustentable?

Pequeños manjares

No son pocas las culturas cuya gastronomía ha integrado en platillos sensacionales a los insectos, te compartimos algunas que deberías probar:

  • Grillos: con un sabor peculiar que se presta más para una botana que puedes disfrutar en cualquier momento sólo con un poco de sal y limón. Es uno de los insectos que más se han incorporado, ya su recolección y crianza es sencilla, su nivel de proteína es de un porcentaje superior al 40%, lo que lo vuelve un alimento ideal.
  • Brochetas de escorpión: la mayoría concordará en que consumir estos insectos no parece una práctica segura; sin embargo, una vez que nos aventuramos a consumirlos descubriremos que su sabor no está nada mal, incluso algunas personas lo relacionan con el de la langosta.
  • Escamoles: esta es una de las joyas de la gastronomía mexicana, su exquisito sabor hace de este uno de los platillos más valorados por quienes buscan deleitar su paladar con una experiencia de altura. Consiste en huevos y larvas de hormiga, por lo que su recolección es difícil y cada vez más escasa.
  • Descubre otras comidas igual de extraordinarias en la nota: 7 de los platillos más exóticos de toda Latinoamérica.

¿Y qué tan sustentables son?

Ya sabemos que pueden ser parte de un delicioso platillo, pero ¿qué tan viable es ver a los insectos como una fuente de alimento sustentable? Los datos que proporciona la FAO son: “los grillos necesitan seis veces menos comida que el ganado, cuatro veces menos que las ovejas y dos veces menos que los cerdos y los pollos de engorde para producir la misma cantidad de proteína”. Este es un gran argumento a favor del consumo de estas diminutas criaturas.

¿Te podrías acostumbrar al consumo de insectos en tu dieta?

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