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Una copa de vino al día alarga la vida… una frase que ha pasado de boca en boca sin que realmente se sepa su veracidad, pero una cosa sí es cierta, el consumo de vino está creciendo por todo el planeta y con ello la producción en Latinoamérica.

Francia, Italia, Portugal y España han sido el cuarteto que desde tiempos históricos se han posicionado como los de mayor fabricación y exportación de vino para deleite del resto del mundo. Con el paso de los años Estados Unidos (precisamente desde California) se ha sumado a este grupo, además de Chile y Argentina, orgullosos representantes de este lado del globo posicionándose entre los favoritos desde hace ya varios años. Y más recientemente aún, países de nuestra región como Perú, México y Uruguay, también están diciendo presente con una destacada participación.

 

Un poco de historia

La producción de vino en nuestros suelos comenzó desde la llegada de los europeos, quienes trajeron consigo tanto la materia prima como el conocimiento para obtener un buen vino y, aunque actualmente Chile y Argentina sean los mayores productores, fue en Perú y México donde se dieron las primeras cosechas de vid. Tal vez el gusto se desarrolló más en ciertas partes del continente, pero al parecer ese placer está alcanzando un mayor territorio.

 

El enoturismo

El turismo gastronómico es una de las tendencias mundiales y dentro de ésta, se encuentra la búsqueda particular por conocer los orígenes de cada vino, lo que se conoce como enoturismo. Es aquí donde América Latina tiene mucho por ofrecer, ya que en esta región las situaciones geográficas se dan en otras condiciones: a los pies de la cordillera de los Andes o dentro de valles cercanos a la costa o incluso al desierto (paisajes inigualables).

Esta característica se ha sabido aprovechar de buena forma, creando tours especializados, así como eventos y reuniones que congregan a lo mejor a nivel local e internacional.

Si vives en alguno de estos países, esperamos que conozcas el buen vino que tienes a tu alcance, y si todavía no lo has hecho ¿qué esperas para disfrutar del fruto de tus propias tierras?

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