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Una compañía de California desarrolló un recubrimiento comestible hecho completamente a base de materiales de origen vegetal, mismos que ya se encuentran en las cáscaras, semillas y pulpa de frutas y verduras. Con esto, además, se buscará la disminución de desperdicio en la industria alimentaria.

La empresa de nombre Apeel Science, se creó buscando una mayor conservación de las cosechas en lugares de recursos limitados donde por temas de logística los alimentos no logran ser distribuidos en tiempos adecuados para su mejor aprovechamiento. Debido al éxito en su implementación, ahora buscan llegar a cada hogar del planeta.

¿Cómo funciona Apeel?

Con el apoyo de la Fundación Bill y Melinda Gates, la admirable compañía desarrolló Apeel, una especie de segunda piel aplicada a los alimentos que funciona como una protección adicional, aunque cuidando de que no tenga color, olor o sabor adicional al original del producto al que se le aplique, pero sí otorgando una vida útil de dos o tres veces más de lo usual.

Básicamente, la tecnología funciona reforzando la capa interna de los alimentos para reducir su respiración y, con ello, prolongar su oxidación al disminuir el consumo de agua.

El invento inició en 2018 con la aplicación de esta segunda capa de piel sobre aguacates (paltas) distribuidos en dos famosas cadenas de supermercados en los Estados Unidos. Los siguientes alimentos en contar con esta tecnología podrían ser: pepinos, bananas, fresas (frutillas), manzanas, guisantes (arvejas), espárragos, limas o mangos, entre otros más, mientras que las uvas y otros alimentos requerirán de un desarrollo adaptado a sus características y propiedades.

Así que, a diferencia de otras innovaciones, ésta ya comienza a estar al alcance de las personas, ayudando a que su reserva de alimentos dure más sin tener que ser necesariamente desaprovechados.

¿Cuánta comida se desperdicia en el mundo?

El desperdicio de comida y su impacto ambiental de acuerdo con datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) se encuentra en la siguiente situación:

  • El volumen global de desperdicio de alimentos comestibles se estima en 1.300 millones de toneladas. Aproximadamente un tercio del total producido de forma anual.
  • El volumen total de agua utilizada cada año para producir alimentos que se pierden o desperdician (250 km3) es equivalente al flujo anual del río Volga de Rusia o tres veces el volumen del lago de Ginebra.
  • La agricultura es responsable de la mayoría de las amenazas a las especies vegetales y animales en riesgo rastreadas por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN, por sus siglas en inglés).

Sobre la misma línea, para que un plato de comida llegue a la mesa de una persona se requiere de:

  • 10 kilogramos de tierra fértil.
  • 3 litros de combustible.
  • 800 litros de agua.
  • 3 gramos de pesticidas.
  • 5 kilogramos de emisiones de CO2.

Si estos datos los multiplicamos por tres comidas al día para 7.8 mil millones de personas, sabremos por qué hay que acrecentar la cultura del cuidado y aprovechamiento de nuestros alimentos, por lo que debemos comenzar a actuar desde ya.

Cuidemos al mundo que nos alimenta.

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