Skip to main content

La acumulación de ropa, la repetición de prendas o tener piezas de tallas más pequeñas son algunos de los sinónimos que hay para: “es hora de renovar mi guardarropa”. Esta actividad, además, ofrece beneficios psicológicos.

El cuidado personal es un tema de gran importancia para mantenernos llenos de salud. Sin embargo, lo anterior se extiende más allá de la higiene, la actividad física o la alimentación, también incluye el cuidado de los espacios personales. Nuestro hogar suele llevar una expresión de nosotros mismos, un poco de nuestra alma se encuentra en cada rincón; aunque no hay espacio que sea más personal que nuestro guardarropa, ya que hacer una depuración y renovación es una tarea que difícilmente dejaremos a otro.

Es común que resulte más complicado desprenderse de cierta prenda que de otra, más allá de su utilidad, por el lazo que las une a un recuerdo. Algunas podrían encontrarse completamente nuevas esperando a que llegue el momento “qué tal si…” por el cual se adquirieron.

3 simples pasos para hacer una limpieza de tu guardarropa

Paso 1: ¡Saca todo!

¡Hagámoslo de una vez! Llegó el momento de vaciar el guardarropa completo, sin pasar por alto los zapatos o prendas dentro de los cajones o cajas, colócalos sobre la cama o el piso.

Ahora que está completamente vacío es como si estuviera nuevo, sólo debes permitir la entrada de aquello que lo amerite.

Paso 2: Haz tres grupos

Puedes establecer algunos criterios para clasificar en tres grupos el destino de todo tu vestuario:

  1. Prendas que son bienvenidas de nuevo al equipo armario.
  2. Prendas que podrían hacer feliz a alguien más al ser donadas.
  3. Prendas que definitivamente deben enviarse al contenedor de basura.

Haz una limpieza de tu guardarropa en 3 simples pasos

¿Cuándo fue la última vez que la usaste? No es momento de vivir de los recuerdos; si fue hace más de un año, pero aún está en condiciones de ser usada, debería estar en la caja de donaciones. Si está tan desgastada o agujereada que usarla sería una vergüenza, debe ir al bote de basura.

Algunas prendas sólo necesitan de un botón o un leve zurcido, éstas irán a la bolsa de reparación, que más tarde deben ser llevadas al sastre.

Los estilos cambian, nosotros también; si ya no se usa o no es tu talla actual, llegó el momento de que forme parte de la vestimenta de alguien más.

Si aún te encanta usarlo por cómo se ve en ti más que por comodidad, es bienvenido a regresar a las puertas de tus favoritos.

Paso 3: Es hora de ordenar

Una vez que ya has depurado todas tus prendas y que están en su grupo correspondiente, debes comenzar por integrar de nuevo las que obtuvieron el mérito para mantenerse en tu vida; llena tu guardarropa con las prendas por categoría: ocasión, clima, color, etc. No abandones a las que tienen una oportunidad, pero deben ser llevadas a reparación; si es sencillo lo que necesitan, puedes animarte y hacerlo tú.

Investiga si hay un centro de donaciones cerca de tu hogar para que lleves las prendas que merecen una segunda oportunidad; podrían hacerle falta a alguien.

Soltar aquellas prendas que ya no necesitamos es una práctica que libera de forma física y psicológica; experimentarás un sentido de liberación al terminar, lo cual, ayuda a tu bienestar.

Leave a Reply