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Pararse, sentarse y caminar con la postura correcta además de brindarle a tu cuerpo beneficios saludables, también puede permitirte que transmitas una buena imagen de tu personalidad frente a los demás.

La postura correcta

En realidad, no existe un lineamiento exacto para determinar con base en medidas una postura correcta, sino que ésta deberá lograrse de manera natural con el cuerpo relajado y al mismo tiempo firme. Distinto a forzar una postura exageradamente rígida, que pueda incluso afectar más de lo que beneficie.

La postura incorrecta

La que sí existe es la postura incorrecta, la cual podemos notar a simple vista: espalda demasiado encorvada, cabeza hundida entre los hombros, caderas muy hacia afuera, o muy hacia adentro y una mirada baja.

Situación que puede traer consigo algunas de las siguientes afectaciones:

  • Dolor muscular.
  • Mayor fatiga.
  • Desalineación del cuerpo.
  • Vientre abultado.
  • Riesgo de lesiones.
  • Mala apariencia.

Por lo general la mala postura la desarrollamos al estar largas horas sentados en una silla no tan cómoda frente al escritorio mirando el monitor de una computadora, sin seguir las recomendaciones de posiciones de altura, distancia y tiempo de exposición. Aunque no es la única forma, personas que están paradas por mucho tiempo, sentadas en otro tipo de asientos realizando otras actividades y hasta la posición que tomamos al ejercitarnos o dormir (incluyendo el colchón), pueden afectar nuestro cuerpo.

Postura adecuada en cualquier situación

Es altamente recomendable ejercitar los músculos “posturales” para poseer la fuerza suficiente que te permitirá lograr una buena postura, es decir, esos músculos donde se enfoca la fuerza para estar firme en cualquier situación: trapecio, dorsales y abdominales.

Sentado: espalda naturalmente recta, hombros abajo, pies apoyados sobre el piso.

Parado: espalda naturalmente recta, cabeza mirando hacia el frente, distribuir peso en ambas piernas y pies.

Caminando: cabeza mirando hacia el frente, cuello erguido, pisando primero con el talón.

Corriendo: ligera inclinación hacia el frente, brazos holgados, codos a 90°, pisando con el punto medio del pie para que el talón no reciba el impacto.

Durmiendo: colocarse en posición fetal, es decir, acostarse de lado y con las piernas encogidas pudiendo utilizar una almohada entre las rodillas para mejorar la posición y los resultados.

Beneficios de una buena postura

  • Previene dolores musculares.
  • Disminuye la fatiga.
  • Reduce el peso sobre articulaciones.
  • Favorece una correcta alineación del cuerpo.
  • Mejora la apariencia física.
  • Aumenta la autoestima.

Puedes complementar estos consejos practicando ciertas disciplinas que te ayudarán a mejorar tu postura como yoga o pilates. Recuerda que para tu postura siempre será mejor prevenir que corregir.

Siéntate bien para sentirte bien.

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