Los científicos le llaman “El Arca de Noé” debido a la gran cantidad de flora y fauna que alberga según informe de WWF hay registradas al menos 4 mil 700 especies incluidas plantas y vertebrados, y de ahí, 3 mil 500 son plantas, 325 son peces, 53 anfibios, 98 reptiles, 656 son aves y 159 son mamíferos. Además, no sólo es el más grande del mundo, también es Patrimonio de la Humanidad.

Con esa inmensa cantidad de flora y fauna en sus casi 20 millones de hectáreas, ya te imaginarás el paraíso de lugar que es, y la importancia que tiene para el mundo, sobre todo cuando actual y desafortunadamente, la mitad de los humedales del planeta han desaparecido.

Por eso, ahora más que nunca su conservación es extremadamente importante, y por eso existe un acuerdo llamado Ramsar que pide a los gobiernos nacionales que conserven y usen sabiamente estos humedales para evitar su desaparición.

Incluso Paraguay, Bolivia y Brasil están creando una nueva forma de administrar el Pantanal a través de sus fronteras, y a ellos se les ha unido WWF (World Wildlife Fund), para luchar por la vida de este maravilloso lugar.

Dentro de las especies que alberga El Pantanal están los cocodrilos (tiene la mayor concentración de cocodrilos en el mundo), jaguares (cuenta con una de las densidades más grandes), y el guacamayo azul (el loro más grande del planeta), quienes atraen a un millón de turistas cada año.

No sólo su espectacular fauna atrae la atención, sino también la flora acuática que se logra entre diciembre y mayo -época en la que la humedad de este territorio llega a su máximo esplendor ya que el agua sube hasta 3 metros- formando paisajes que no se logran ver en ningún otro lugar del mundo.

Hasta en su época de sequía (por ahí de octubre), su paisaje sorprende llenándose de colores ocres y amarillos, dignos de mirar en vivo y a todo color.

Ambas temporadas valen completamente la pena, y si decides ir en alguna de ellas, no olvides cuidar y respetar El Pantanal para que disfrute de una larga vida.