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La selva de asfalto se vuele el lugar perfecto para encontrar y estudiar a los distintos tipos de conductores que existen. Todos seguramente nos hemos topado con uno de ellos, pero aquí es todavía más importante saber si tú te identificas, y si es bueno pensar que entonces, deberías modificar tu forma de manejar.

Estilo Serpiente

Estos conductores, al igual que los reptiles que les dan nombre, solamente avanzan en el tráfico en forma de zig zag. Se meten entre todos los carriles y no pueden permanecer en uno solo por más de 5 segundos, pues están convencidos de que es la forma más rápida de avanzar, sin embargo, muchas veces son ellos los que más tráfico provocan.

Estas curiosas especies abundan a la hora pico y los puedes encontrar sobre todo en motociclistas. Los reconoces con facilidad, pues aparecen en todos tus espejos retrovisores en menos de 10 segundos.

Estilo Pulpo

Creen que estar arriba del automóvil y dedicarse solamente a manejar es una pérdida de tiempo, por lo que aprovechan ese momento al volante para desayunar, maquillarse, afeitarse, textear y revisar sus redes sociales como si les salieran pares extras de brazos (y hasta ojos), ya que aseguran que pueden hacerlo todo porque son multitask.

De todas las especies que hay en la selva de asfalto, ésta es la más peligrosa. Los puedes reconocer porque traen tantas cosas en su auto que más bien parece su departamento andando.

Estilo Rapiña

«El mejor lugar es el que alguien más quiere» parece ser su modo de pensar, y por eso se la viven ganándole a los demás los lugares que pensaban ocupar, sin la menor preocupación por mostrar modales ni consideración. Su hábitat natural son los estacionamientos, donde suelen proliferar y desenvolverse con más naturalidad.

Los reconoces por su gran habilidad para dar volantazos de último momento y para acelerar de un segundo al otro.

Estilo Zuricato

Son amables para conducir y siempre van atentos. De todas las especies, son la única que te respeta sin importar si eres peatón, conductor o ciclista.

Los reconoces porque van a un ritmo moderado sin ser tortuga y siempre que puedan te cederán el paso. Además, respetan los altos, ponen sus direccionales cuando van a dar vuelta y usan la bocina sólo cuando es necesario. Eso sí, mucho cuidado porque esta especie está en peligro de extinción.

¡Rescatemos a los Zuricatos! Conviértete en uno… por favor.

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