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Recientemente se dio el hallazgo de tortugas bebés silvestres en la isla Pinzón, dentro del archipiélago ecuatoriano de Galápagos. Se trata de una noticia realmente gratificante, ya que con este hecho se puede considerar el sacar del listado de animales en peligro de extinción a esta especie de tortugas gigantes llamada Chelonoidis duncanensis (la isla Pinzón también se conoce como isla Duncan), pues los investigadores encontraron a las pequeñas tortugas en una zona, pero piensan que es muy probable que existan otros nacimientos en la cercanía.

¿Cuál ha sido el problema?

Durante el Siglo XVIII los primeros navegantes en llegar a las Islas Galápagos comenzaron a consumir los recursos naturales de la zona, repercutiendo en un impacto impositivo debido a que, entre las actividades que realizaban, estaba la de alimentarse por medio de huevos de tortugas, pero no solamente los marineros, también los roedores que venían con ellos y se quedaron en las islas. Desde entonces y hasta ahora, la amenaza que sufren las tortugas debido al consumo de sus huevos ha permeado de forma negativa en su reproducción y preservación.

En 1960 existía una cantidad aproximada de 100 tortugas gigantes de la isla Pinzón y fueron llevadas a cautiverio como parte de un programa de conservación de la especie.

 

¿Cuál fue la solución?

Dos fueron las claves. En primera instancia, el éxito se debió al crecimiento de las tortugas en cautiverio, que, al llegar al momento preciso de su desarrollo, éstas fueron devueltas a la vida silvestre. En un segundo esfuerzo, se abrió un intenso trabajo para conseguir la erradicación de la plaga de ratas que seguían comiendo los huevos de las tortugas.

Ambas soluciones resultaron con éxito, tanto erradicar a las ratas de Pinzón y otras islas (innovando con el uso de drones), como que las tortugas liberadas pudieron reproducirse con libertad.

 

Otras tortugas gigantes

Además de las Chelonoidis duncanensis, existen otras especies de tortugas gigantes, pero lamentablemente muchas sí llegaron al punto de extinción, como el famoso Solitario George, la última tortuga de la especie Chelonoidis abingdonii que murió en 2012 y que se calcula llegó a vivir aproximadamente 120 años. Otro caso sonado recientemente es el de la aparición de una tortuga gigante de la especie Chelonoidis phantasticus en la isla Fernandina ¡Después de más de un siglo! Se creía extinta, pero este hallazgo puede representar una nueva esperanza para su especie.

 

Un gran logro

Este alcance significa un verdadero éxito, no sólo para las tortugas, sino para otras especies del archipiélago, ya que la invasión de ratas ponía en riesgo a otros animales endémicos de la zona.

El Parque Nacional Galápagos, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 1978, gracias a su basta presencia de flora y fauna que, en su mayoría, no se encuentran en ninguna otra superficie del planeta.

 

Felicitaciones Ecuador.

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